Aquí no tenemos la tradición ecuestre inglesa, no es la hípica un deporte que levante pasiones, pero pasa una mañana en el hipódromo y verás como disfrutas del espectáculo y el ambiente.
Puedes ir en transporte público o en un autobús gratuito que pone el hipódromo y sale desde Moncloa (infórmate de los horarios en su web). Si vas en coche saber que tienen un aparcamiento al aire libre de mas de 2500 plazas y es gratis.
La entrada son 5 €, con ella te regalan "un euro" para jugar.
Puedes apostar desde 1€. Coge un Programa de Carreras, te detallan las de ese día, con el horario, los caballos participantes, los favoritos y bueno explican muy bien como se apuesta.
Da una vuelta para cotillear todo. Una de las cosas que mas te va a sorprender del hipódromo son las vistas. ¡Preciosas!
Y como allí donde fueres haz lo que vieres antes de cada carrera ve al "paddock" (que es un pequeño circuito donde exhiben a los caballos que van a correr) es muy bonito ver a los pura sangre tan cerca y a los jockeys con sus camisetas tan chillonas y coloridas, en fin, tu estudia a los caballos para ver que vibraciones te dan.
Una vez observados los caballos que van a participar en la carrera, y elegido tu favorito, ve a las ventanillas de apuestas y haz la tuya.
La verdad es que nosotros una vez en ventanilla, hicimos las apuestas para todas las carreras, por cuestión de comodidad, y porque poca idea tenemos de caballos.
La verdad es que nosotros una vez en ventanilla, hicimos las apuestas para todas las carreras, por cuestión de comodidad, y porque poca idea tenemos de caballos.
Por cierto las apuestas ganadoras la cobras en esas mismas ventanillas.
Unos cinco minutos antes de que empiece la carrera, encaminate a las gradas para ver la carrera. Bueno o quedate de pié junto a la pista si quieres ver a los equinos lo más cerca posible.
Desde las gradas no te creas que ves bien la carrera, ves los caballos cuando pasan justo delante, el resto del tiempo, los intuyes.
Si tienes, que no se te olviden los prismáticos.
Hay un "speaker" que va retransmitiendo en directo como va la carrera, nombra a los caballos según van entrando a meta y, la verdad, es el que te hace sentir la emoción.
Cuando termina la carrera (que por cierto son cortísimas, no debe de llegar a los dos minutos) te levantas y la historia se repite, paddok, ventanilla de apuestas...
Aparte, en la media hora que hay entre carrera y carrera puedes tomarte algo. Yo pensaba que era caro, pero no, los precios son muy normalitos. 2€ por cerveza o refresco y 1,5€ por café o caldito caliente.
Y siguiendo la moda de los "food truck", varias furgonetas vendiendo comida: perritos calientes, ibéricos, pizzas, ahumados, todos a precios razonables.
Otra cosita, fijate en las cubiertas de las tribunas, vuelan casi trece metros. El hipódromo parece una construcción bastante reciente, ¿verdad?, pues fue terminado en julio de 1936 y resistió durante la guerra fuertes impactos de artillería. La construcción, en hormigón armado, fue una autentica innovación en su día. Está declarado monumento de interés cultural desde 2009.
Ir con niños, es todo un planazo. Tienen castillos hinchables, zona acotada con monitores para hacer manualidades y juegos o unos ponis para dar pequeños paseos. Y todo gratuito, incluida la entrada (hasta los 18 años el acceso al hipódromo es gratuito). La verdad es que hay muchísimas familias con niños.
¡Ah!, la temporada termina ya en noviembre, y no vuelve a haber carreras hasta marzo de 2016. En verano hay carreras nocturnas.
DIRECCION: Avenida Padre Huidobro s/n (A-6, kilómetro 8)
28023 Madrid
TELEFONO: 91-740 05 40
HORARIO: Consulta en su web
PRECIOS: Generalmente 5€.
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